Comenzaban los meses de verano, y el calor era insoportable en nuestro apartamento de noche, por lo que era normal que mi novia y yo durmiéramos con poca ropa. No había problema en eso, si total estábamos solos, o al menos eso creíamos. Un viernes por la tarde me llama mi novia al trabajo y me cuenta que su amiga de la infancia venia al pueblo a quedarse unos días y que se iba a quedar en unas noches para ahorrarse el hotel. Dormiría en el sofá y seria unas pocas noches, algo que igual no me consolaba, ya que me gusta un poco la privacidad.
Eso pensaba hasta que finalmente la vi, una chica 20 y pocos años con un vestido que te dejaba ver una hermosa figura debajo, aunque sin mucha teta pero si un culo sabroso. Era difícil con mi novia parada al lado mio intentar ver más de esa increíble mujer, pero tenia que guardar la compostura si no quería terminar yo durmiendo en un hotel las próximas noches y las que siguieran. La tía era muy guapa, y eso iba a ser un problema para mi si no disimulaba un poco.
A la noche nos fuimos todos a dormir, y nosotros les dejamos el living para que tuviera algo de privacidad. Sin embargo, para ir al baño debía pasar por delante su habitación improvisada, lo cual no seria un problema si no fuera por lo que sucedió. Yo intente hacer el menor ruido posible para salir de mi cuarto e ir al baño sin despertar a nadie, así que me coloque en puntas de pie. Pero durante el viaje me tope con ella durmiendo en bragas y sin nada más que la cubriera. Su culo era mejor que antes, redondo y firme, y esa tanga que llevaba casi que diría que no cubría mucho. Con solo decir que no se veía mucho salvo por la luz de la calle, eso ya era demasiado.
Todavía me quedaba mi vuelta hasta mi cama, y tendría que volver a ver eso de nuevo, con la diferencia que esta vez ella se había dado la vuelta y sus bragas corrido, por lo que ahora podía observar un chochito rosado y completamente rasurado. Esa imagen quedo grabada hasta que llegue a mi cama, y mi polla también la recordaba. Algo que mi novia noto y pensó que era una proposición para que tuviéramos sexo. Como yo estaba tan cachondo, no pude decirle que no, y pensando en su amiga la folle tan duro como era posible sin hacer ruido. Fantaseaba con ese chocho recubriendo mi rabo.
Por suerte el sábado fue más tranquilo durante el día, nosotros fuimos de compras y ella salio también por su cuenta, volviendo a altas horas de la noche luego de haber salido de copas. Nuevamente me levante, no porque tuvieras ganas, sino para poder verla de nuevo. Aunque no estaba muy seguro si la encontraría ya que no habíamos escuchado nada. Era lógico que durmiera con tan poca ropa por el calor que hacia en ese apartamento, pero más lo haría después de ver lo que yo vi. Ella dormía desnuda, y con su culo de costado se veía como una obra de arte. No podía quedarme mucho tiempo ahí, si no ella se despertaría y me pillaría, o lo haría mi novia, así que me fui al bañ0.
Lo único que hacia era pensar en hacerme una paja con la imagen de ese culo delicioso, pero no podía estar mucho tiempo en el baño sin que nadie lo notara, menos si hacia algún tipo de ruido. Así que luego de un rato de deliberarlo decidí salir y volver a mi habitación. Al abrir la puerta, mi sorpresa fue grande, al encontrarme con ella despierta en el sofá con sus dedos en su chocho. Se estaba masturbándose, y no parecía importarle que estuviera allí. Incluso diría que lo hacía apropósito sabiendo que yo pasaría por allí a la noche y la pillaría. Me quede un rato mirándola, hasta que con sus manos me hizo un gesto de que me acercara, y eso hice.
Parado al lado de ella me bajo mi pantalón y me cogió la polla dura con su mano. Todo mientras seguía masturbándose bien rico y hasta gemía suavemente. Pronto comenzó a hacerme una mamada y yo no lo podía creer, estaba allí, a metros de mi novia y podía ser descubierto en cualquier momento. Pero no parecía importarme, ya que lo rico que lo hacía, y lo bien que se sentía su boca, lo compensaba todo. Me hizo sentar en el sofá y pasando un músculo por encima mio se sentó de espalda a mí, cogió mi rabo nuevamente y estaba vez sé lo metió en su coñito, que se sentía aún mejor que antes. No sabia que mi novia tenia una amiga tan zorra, pero este era una gran descubrimiento.
Yo le acariciaba sus pechos pequeños pero con pezones gordos y duros. Recorría todo su cuerpo con una piel suave y caliente que pronto tomaba más temperatura. Me follaba muy bien con esos movimientos que hacia con su culo, pero me excitaba más todo el asunto y lo guapa que era ella. Yo estaba a punto de venirme, y además no podríamos estar mucho tiempo con ese jaleo. Así que cuando estuve a punto de hacerlo la levante rápidamente de mí y de mi polla comenzó a brotar una gran cantidad de esperma. Pero ella no había terminado conmigo, y se metió mi rabo en la boca para tomarse toda la lefa. Aún más cachondo era verla untarse los dedos con lo que había caído de sus labios para comérselo también. Una vez que termino me levante y me fui a acostar, sin decir ni siquiera una sola palabra.
Cuando llego a mi alcoba me acuesto al lado de mi novia de nuevo, a la que escucho jadear. Ella había estado masturbándose todo el tiempo, y con un beso en la boca y un susurro me dice que la próxima vez me la invite a follar, que todo el asunto la había puesto a mil. Eso también me encendió un poco a mí también, que esta vez folle a mi novia sin importarme el ruido que hiciéramos, total, a nuestra invitada parecía gustarle lo guarro, y a mi chica también.