Mi vecina era muy linda, al menos ante mis ojos, pero no habíamos nunca pasado de una relación de amistad. Nos juntábamos a hacer cosas como amigos pero no mucho más que eso. Era una hermosa chica morena y delgada, pero con un trasero rico que se podía apreciar muy bien en los días de verano cuando usaba shorts.
Ella tenia también una amiga, la cual no se parecía mucho, si en el aspecto físico, pero nada en la actitud. Tenia tatuajes en el cuerpo y era bien conocida por ser una guarra. Solía visitarla a mi vecina y cada tanto los 3 nos juntábamos, pero a mi me seguía pareciendo más atractiva ella, casi que podría decir que estaba enamorado.
Un dia nos juntamos los 3 en mi casa, yo estaba solo y era el mejor lugar para que unos adolescentes se reunieran. Habíamos comprado algo para tomar y también para comer pero no sabíamos bien que hacer, mirar una película no parecía muy interesante para un viernes por la noche así que mejor buscar otra cosa.
La zorra de la amiga propuso algo un tanto peculiar, jugar con una botella y besar a la persona a la que esta apuntaba luego de haber girado durante uno segundos. Esa era mi oportunidad para besar a mi vecina siempre y cuando ella accedería. Al principio no estaba muy convencida de ello pero su amiga le insistió hasta que cedió.
La que propuso el juego fue la que comenzó y en mi cabeza sabia que solo había tres posibles resultados. Que me besara a mi, o que lo haga con su amiga o ninguna de las tres. Por desgracia fue la ultima y me toco el turno a mi, yo estaba un tanto nervioso por lo que me costo hacerla girar bien, pero una vez detenía en el lugar miro hacia arriba y estaba ella, mi vecina, con una tímida sonrisa esperando que yo le de mi beso. No fue la gran cosa, prácticamente no hubo lengua y parecía un tramite más que algo pasional.
Pronto le toco a ella y la giro hasta que acabo apuntado a su amiga, lo cual era algo que nunca creería ver, al principio estaba un poco recelosa de hacerlo pero la guarra le dijo que le enseñaría como dar un beso y así fue, comiéndole la boca y metiendo su lengua tan adentro como pudiera. Se me hacia difícil disimular el calor que estaba comenzando a sentir, y aun más cuando me llamo para que también me uniera. Así los tres nos besamos y comenzamos algo tan raro como cachondo esa noche que es lo que quiero contarles hoy.
Lo besos continuaron, pero ahora yo estaba haciendo con la chica que me gustaba, a la otra no le importo, le dio rienda suelta para que comenzara a ponerse cerda, quitándose algo de su ropa mientras se masturbaba y me tocaba a mi también. Su amiga no quedo afuera, le cogío por la mano y la puso arriba de mi polla, como si supiera lo que yo quería y ella era la que me ayudaría a obtenerlo.
No hizo falta mucho para todos acabaremos sin nuestra ropa. Pero era este el momento clave, cuando debíamos ver como seguir el asunto. Así que pronto la amiga se subió encima mío ante la mirada de la otra y comenzó a cabalgarme, no podía decir que no pero tampoco podía evitar seguir viendo a la vecina, que miraba con ojos grandes todo lo que pasaba. Es ahí cuando hizo un cambio en su personalidad, su mano comenzó a bajar hasta su entrepierna y delante de nosotros dos comenzó a tocarse. Verla gemir era excitante y era hora que la ayudara con eso.
Las cogí a ambas de la mano y las lleve a mi habitación, la ayude a que se recostara sobre mi cama y comencé a abrir sus piernas. Estaba ante un chocho hermoso pero no podría probarlo porque su amiga se me adelanto, allí estaba ella en 4 lamiéndolo y haciendo que mi vecina se retorciera, no podía interrumpir porque me gustaba mucho, mejor seguir follandola ahora estilo perrito mientras le hacia sexo oral.
La tia que me follaba tenia un culo hermoso pero solo podía ver el rostro de ella gimiendo, así que me acerque y me puse delante, donde ella pudiera estar cerca de mi rabo, el cual tomo con su mano y se lo metió en la boca. No hizo falta mucho para que se diera la vuelta y se montara sobre mi, pero estaba tan caliente que en cuestión de segundo exploto encima de mi polla. La mirada de su amiga era de incredulidad al ver como se corría, y solo atino a lamer mi polla en ese poco tiempo que ella se levanto y se vino encima. Luego siguió cabalgándome mientras me decía cosas al oido que nunca podría creer de ella, como lo puta que se sentía haciendo el trio y que eso la ponía más caliente. Podía sentir su vagina húmeda todavía y muy caliente.
Sabiendo la otra que no podría aguantar más propuso algo para que yo terminara, una mamada por ambas, la cual se pusieron rápidamente hacer. No falto mucho hasta que me corrí, fue una gran y placentera explosión que deje arriba de sus caras, pero la cual no seria el final ni por asomo.
La amiga de mi vecina tenia mucha experiencia y ella estaba tan cachonda que no le importaba nada, así que se paro y fue a buscar dos copas a la sala y las trajo, le dijo algo al oido a ella y las dos comenzaron a orinar dentro de estas. Así intercambiaron estas ahora llenas y luego de brindar se las tomaron, cerrando esta actuación con un beso. Mi mirada era una mezcla de asombro y curiosidad, nunca esperaba ver algo así, por lo que no fue raro que luego de eso estuviera listo para hacerlo de nuevo con ellas.
